A partir del 3 de julio de 2024, la regulación tapones adheridos Directiva 2019/904 exigirá que todas las botellas de plástico lleven el tapón unido al envase. Este cambio busca mejorar la sostenibilidad y reducir el impacto ambiental de los plásticos de un solo uso.
Tabla de contenidos
- Introducción
- La nueva regulación
- Una oportunidad de impacto emocional en los consumidores
- La respuesta de Macsa id
- Conclusión
1. Introducción
La regulación tapones adheridos Directiva 2019/904 es parte de la estrategia de sostenibilidad de la UE. Puede que hayas notado un detalle diferente al destapar una botella de plástico o al abrir un tetrabrik: el tapón está unido al envase. No es un fallo en la producción, son los nuevos tapones que ciertas marcas ya han empezado a implementar de cara a adaptarse a los nuevos requisitos de la Unión Europea sobre plásticos de un solo uso.
La Directiva 2019/904 del Parlamento Europeo y del Consejo Europeo que forma parte de la estrategia europea de plásticos de un solo uso, tiene como objetivo reducir la cantidad de residuos plásticos en el medio ambiente. Ésta establece que los productos de plástico de un solo uso que tengan tapas y tapones “solo puedan introducirse en el mercado si las tapas y los tapones permanecen unidos al recipiente durante la fase de utilización prevista de dicho producto”.
Según esta Directiva, concretamente en su artículo 6, estos requisitos de diseño del producto se deberán aplicar de forma obligatoria a partir del 3 de julio de 2024. Todos los fabricantes de envases para bebidas en la UE, en la fecha límite, tienen que haber transformado sus sistemas de producción para cumplir correctamente la adaptación en cuanto al diseño de los envases. La regulación tapones adheridos Directiva 2019/904 es un paso hacia la sostenibilidad.
2. ¿Qué implica la regulación tapones adheridos Directiva 2019/904?
Esta aplicación se centra en productos de plástico de un único uso, tales como botellas para bebidas o los envases compuestos para bebidas utilizados para la cerveza, el vino, el agua, los refrescos, los zumos y los néctares, las bebidas instantáneas o la leche, pero no los vasos para dichas bebidas, ya que estos forman parte de una categoría separada de productos de plástico de un solo uso a efectos de la presente Directiva.
La Directiva es concluyente con estos envases y recipientes de plástico de un solo uso, mencionando que solamente podrán introducirse en el mercado si estos cumplen ciertos requisitos específicos en el diseño, más concretamente en lo relacionado con el tapón, y que reduzcan notablemente la contaminación en el medio ambiente de tapas y tapones de plástico.
También es cierto que esta obligatoriedad puede ser especialmente agradecida por las empresas, ya que si de todos modos tienen que cambiar sus tapones o tapas, lo van a hacer de tal forma que van a ayudar a reducir considerablemente el consumo y el uso de plástico, lo que va a beneficiar tanto a la empresa como al medio ambiente.
Esto se debe a que las botellas, a partir de la nueva regulación, y con el cambio obligado que tienen que hacer para que los tapones se puedan adaptar a estas, se verán reducidas. Estas serán dos milímetros más cortas y con un gramo menos que la versión anterior. El tapón, de igual forma que las botellas, serán más cortos, reduciendo un peso de 0,4 gramos por tapón, lo que conlleva que el plástico empleado para la elaboración tanto de los tapones como de las botellas, es mucho menor.
